Los trucos del titiritero para atraer nuestra atención son variados.
Se pueden construir varias réplicas del mismo personaje, tantas como diversas sean las tareas que deben cumplir en el espectáculo. Así, por ejemplo, un títere sin piernas puede requerirlas en un momento de la obra, o el muñeco tiene que mostrarse más pequeño en caso de que deba aparecer muy alejado del lugar de la acción.
La voz del títere no puede ser la que se espera de las personas habitualmente, sino que requiere una voz característica para el personaje concreto. La voz del titiritero tiene que transformarse en la que requiere cada personaje. Por otra parte, el títere puede expresarse sin palabras o por un lenguaje no articulado. |
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La función del títere no debe ser la de imitar al humano sino que debe tener una capacidad de sugerencia propia de la imagen artística y por ello ser concebido como una metáfora.
El titiritero debe poseer una imaginación que le permita desdoblarse en el muñeco y creer en el mundo que éste genera a su alrededor.