En el caso del público infantil encontramos don funciones fundamentales:
Función didáctica y moral:Se aprovecha una obra de teatro para transmitir al niño mediante su trama, saberes culturales, geográficos, lingüísticos e históricos entre otros, así como valores morales. Es por esto que toda obra teatral de títeres dirigida a un público infantil debe evitar temas relacionados con la sátira o burla y los vicios como el alcohol o el tabaco. Además, habrá que respetar siempre la verdad científica y transmitir un mensaje positivo.
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Función estética:En este caso lo que se pretende es atraer al público infantil captando su atención mediante aspectos como:
-La música: alegre, divertida…Que permita a los niños usar la imaginación, pensar… -La indumentaria: colorida. -La voz de los titiriteros: clara y bien transmitida. -La propia historia: sencilla de entender aunque debe, como ocurre en los casos anteriores, hacer que el niño o niña piense, use su imaginación. |
Según esto, se ha comprobado a lo largo del tiempo que los títeres ayudan al niño a:
-Desarrollar su creatividad e imaginación, así como la capacidad de concentración.
-Manifestar su personalidad.
-Comunicar sentimientos.
-Descargar emociones.
-Desarrollar la comprensión auditiva y visual.
-Desarrollar su creatividad e imaginación, así como la capacidad de concentración.
-Manifestar su personalidad.
-Comunicar sentimientos.
-Descargar emociones.
-Desarrollar la comprensión auditiva y visual.
En el caso de este público objetivo, observamos que la transmisión de mensajes viene determinada por factores fundamentalmente estéticos:
El niño sólo se detendrá a observar y mirar una función de títeres cuando llamen su atención aspectos como el escenario, los colores, la música, el tipo de títere, su indumentaria…
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El niño tiene siempre una impresionante capacidad imaginativa, aunque a su vez, todos los factores externos son, para el niño, algo desconocido, algo por lo que quiere preguntar, algo nuevo que quiere aprender.
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Es por esto por lo que, aunque parezca mentira los niños son el público más difícil de contentar, el público más crítico.