El teatro de títeres es un arte especial que cuenta con unas características propias y que requiere, tanto de sus creadores como de su público, una disposición especial.
La disposición de creer del titiritero y del público es lo que permite que aceptemos un objeto de madera, de tela o de papel como algo que vive, aunque sea por un corto espacio de tiempo.
Como dijo Baird, “el teatro de títeres apela a la facultad de la persona de dejarse maravillar”.
La esencialidad del teatro de títeres se encuentra en el hecho de que es capaz de conferir a la realidad objetiva y a la fantasía el mismo valor. Permite su unión pero, a la vez, siguen siendo algo distinto.
Como dijo Baird, “el teatro de títeres apela a la facultad de la persona de dejarse maravillar”.
La esencialidad del teatro de títeres se encuentra en el hecho de que es capaz de conferir a la realidad objetiva y a la fantasía el mismo valor. Permite su unión pero, a la vez, siguen siendo algo distinto.